Sobre
Rianne.

Mi viaje hacia este trabajo comenzó mucho antes de que tuviera el lenguaje para expresarlo.
Perder a mi madre a una edad temprana moldeó mi relación con el tacto, la conexión y los sentimientos. A los veinte años, la ansiedad me despojó de la ilusión de que podía pensar mi camino en la vida. Mi cuerpo se convirtió en el lugar donde la verdad se manifestaba primero, a menudo de forma ruidosa, y durante muchos años no supe cómo escucharla.

Todo comenzó a cambiar gracias a la terapia orientada al cuerpo, el yoga, el tantra y, más tarde, la terapia de yoga, el ayurveda, la vida en furgoneta y en comunidad. Cada uno de ellos me abrió una nueva puerta: primero hacia mí misma, luego hacia la relación con los demás y, finalmente, hacia la sutil sabiduría del cuerpo que había estado ignorando durante tanto tiempo.

Cuando me diagnosticaron una enfermedad renal autoinmune crónica, de repente me enfrenté al verdadero significado de «holístico». La alimentación, el movimiento, el estilo de vida, los límites, la honestidad emocional… todo era importante. Aprendí no solo a estabilizar mi salud, sino también a comprender por qué las cosas cambiaban y qué intentaba decirme mi cuerpo. Mis riñones se convirtieron en mis maestros, entretejiendo todos los hilos de mi vida.

A través de ese viaje, algo esencial quedó claro:

Cuando te sientes seguro para ser tú mismo, verdaderamente seguro, todo es posible.
Esta es la esencia de mi trabajo actual.

No sigo protocolos rígidos ni ofrezco soluciones únicas para todos.
Te encuentro donde estás, te escucho profundamente y te ayudo a conectar los puntos entre lo que está sucediendo en tu vida y lo que está sucediendo en tu cuerpo. Juntos, trabajamos con lo que está vivo en este momento. Los cambios, las señales, los patrones, las posibilidades.

Mi enfoque combina:
– la claridad de la ciencia
– la profundidad del Ayurveda
– la practicidad de la terapia del yoga
– y la honestidad de la experiencia vivida

Pero, sobre todo, ofrezco presencia: un espacio sólido, abierto y sin juicios, donde puedes reconectarte contigo mismo, a tu propio ritmo, sin que te fijen ni te presionen.

No tengo todas las respuestas, y eso es parte del trabajo.
Lo que sí tengo es toda una vida de perspectivas, un profundo respeto por la inteligencia del cuerpo y el compromiso de ayudarte a avanzar hacia una vida en la que te sientas «realmente bien», no solo controlando los síntomas.

Si te atrae un viaje de amor propio, honestidad y cambio encarnado, uno que se sienta profundo, pero también seguro y manejable, estás en el lugar adecuado.