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Postura del mes febrero:
Sirena durmiente

Este mes puedes explorar la sirena durmiente, una rotación apoyado. Aquí puedes empezar a sentir la respiración alrededor de tu espalda.

Sentir la pulsación de la respiración en la parte posterior del cuerpo.

El año ha empezado, el blue monday ha terminado, así que sólo puede ir a mejor (espero). Dependiendo de dónde te encuentres, puede que haya hecho frío, pero por suerte los días son cada vez más largos, durante el mes más corto del año.

Para febrero, he elegido sirena durmiente. Me parece una rotación muy cómodo y relajante. Asegúrate de que el cuello y los lumbares estén bien, y mantén la cara en la misma dirección que las rodillas si esta má comodo. Sea como sea que la practiques, es una postura estupenda para llevar tu atención hacia tu interior. Desde aquí, puedes llevar tu atención al movimiento de tu columna con la respiración y así empezar a percibir la movilidad en la parte posterior de tu cuerpo.

Sleeping mermaid restorative yoga pose

Así se practica
Sirena durmiente:

Coloca un bolster a lo largo sobre la esterilla. Puedes colocar una manta encima del bolster, en el pliegue de las caderas, para apoyar el vientre si es necesario. Coloca la cadera izquierda contra el bolster, con las rodillas hacia la derecha. Las piernas forman un ángulo de 90 grados con el bolster y el tobillo superior descansa en el arco del pie inferior. Coloque las manos a ambos lados del bolster. Active los pies levantando los dedos, como si estuviera de pie en el suelo. Esto estabilizará la zona lumbar y el sacro cuando giras (pruebalo para ver si sientes el movimiento en la zona lumbar cuando activas los pies). Alarga la columna al inhalar y gira, y lleva la parte superior del cuerpo hacia el bolster al exhalar.

Puedes girar la cara hacia las rodillas o, si te resulta cómodo para el cuello, girar la cara fuera de las rodillas. Puedes girar la cabeza hacia las rodillas en cualquier momento si te sientes incómodo. Activa los pies exhalando profundamente y en una inhalación, con la barbilla hacia el pecho, para mantener el cuello largo, gira la cabeza hacia las rodillas.

Siéntete cómodo y disfruta.

Una vez en la rotación, relaja los pies y deja que el cuerpo descanse sobre el bolster/manta. Asegúrate de que todo el cuerpo está apoyado. Utilice más mantas o incluso bolsters si es necesario. Asegúrate de que los codos están apoyados. Respira un poco y cuando sientes que hay más espacio, puedes profundizar la rotación si es comodo. Pero no fuerces nada! Hazlo reactivando primero los pies, empujándote un poco hacia arriba al inhalar y girando más profundamente y soltándote al exhalar. Suaviza tu cuerpo prestando atención a la exhalación y ralentizándola un poco.

Utiliza la respiración para crear una sensación de espacio y suavidad al inhalar y entrega tu cuerpo al apoyo del bolster al exhalar.

Si te sientes cómodo en este punto, puedes practicar pranayama para alargar la respiración. Primero, intenta contar 3 para inhalar y 6 para exhalar. Deja que la respiración fluya por toda la caja torácica. Si te resulta cómodo, también puedes probar a contar 4 para inhalar y 8 para exhalar. Puedes volver a la respiración relajada y sin esfuerzo en cualquier momento. Prueba lo que te resulte más cómodo.

Esta postura es ideal para practicar el pranayama.

Mantente presente en esta postura durante 5-15 minutos, observando la respiración, el cuerpo y la mente. Practica el pranayama si te parece adecuado.
Antes de salir de la postura, exhala profundamente. Al inhalar, con la barbilla hacia el pecho, para mantener el cuello largo, gira la cabeza hacia las rodillas. Quédate así unas 5 respiraciones para que el cuello se relaje por completo. Levántate con ayuda de las manos y sal de la postura.

Respira un rato en posición sentada.
Cuando estés listo, gira la cadera derecha hacia el bolster, con las rodillas hacia la izquierda, para hacer la sirena durmiente del otro lado.