Equilibrio en fuerza, apoyo y mobilidad

Últimamente, en mi entrenamiento, mi propia práctica y con mis clientes, cada vez está más claro que nunca hay una sola cosa. Cuando quieres entrenar la fuerza, también tienes que trabajar la movilidad y el apoyo. Así es como trabajas de forma sostenible y no te quedas atascado dentro de tu cuerpo. Lo mismo ocurre cuando quieres ser más flexible, también hay que trabajar la fuerza y el apoyo. Esto permite al cuerpo utilizar el espacio creado y ser más flexible, pero sin crear inestabilidad.

En mi propia práctica, trabajé mucho en crear movilidad. Eso me ayudó mucho, pero en algún momento me quedé un poco estancada. Ciertos patrones de compensación se quedaron. Durante las sesiones privadas que tuve, añadimos algo de resistencia. Esto me permitió ganar más fuerza en las zonas que soportaban el movimiento que estaba compensando. Por ejemplo, desde el reposo constructivo, permitiendo que 1 rodilla se moviera hacia fuera, mientras la pelvis permanecía quieta, cosa que no ocurría. Es genial notar cómo practicando eso y ganando más conciencia, mejoraba mi movimiento.

Es un bonito rompecabezas, en el que se me permite buscar lo que funciona y lo que no. Conmigo mismo, pero también con el cliente.

Mira el vídeo de yoga terapéutico sobre el movimiento de la parte superior de la pierna en la pelvis y experiméntalo por ti mismo.